Como no todo va a ser ir en moto, y además porque es imposible, nos hemos ido 3 días de crucero por la bahía de Ha Long, conocida por los ‘ 2.000 dientes de dragón», y es que desde el mar surgen centenares de puntas e islotes con formas sorprendentes.

Esta bahía se encuentra en el Mar de China Meridional, y muy cerca del país que da nombre a este mar.

La belleza del paisaje es superior a lo que nuestra vista puede asimilar.

Al fondear el barco, se aproximan rápidamente pequeñas embarcaciones con mujeres ofreciendo una amplia variedad de productos. Una de ellas acompañada de su pequeña.

Desde lo alto de uno de islotes, después de haber subido unos 400 escalones, nos encontramos con una amplia vista de la zona que nos rodea, con los barcos fondeados.

La puesta del sol que contemplamos, y nosotros hemos visto muchas navegando, no deja de ser atrayente por el paisaje por el que se oculta.

Al día siguiente desembarcamos en otro islote para visitar la Cueva de la Sorpresa, y no deja de sorprendernos, porque es la mayor cueva del país, con multitud de estalactitas y estalagmitas, con muy diversas formas.

Uno de los días desembarcamos en la isla Cat Ba, la mayor de toda la bahía, habitada por unas 40.000 personas.

Nos alojamos en un bungalow de una pequeña ensenada.

Esta isla es un importante puerto pesquero, encontrando desde pequeñas embarcaciones con una sola persona abordo, hasta pesqueros de gran tamaño.

La mayoría de los pescadores viven en casas flotantes con su familia, algunas están aisladas y otras forman pequeños poblados.

Algunas de estas casas tienen adosado viveros en los que mantienen vivos los peces capturados, hasta su venta, ya que aquí lo normal es que en los mercados se comercialicen vivos, como hemos visto en nuestras visitas a muchos de ellos.

En las tareas de pesca trabajan los hombres y las mujeres, y es bastante normal ver en pequeñas embarcaciones, a los dos, haciendo el mismo trabajo, e incluso solas.

Nos ha llamado la atención como una embarcación iba dejando por estos poblados a niñas y niños con uniforme que venían del colegio.

En los 3 días que hemos estado por la bahía, hemos navegado en 5 barcos distintos, desde uno de semilujo, hasta otro que era un auténtico cascaron.

El barco del crucero

Vista desde el camarote.

Tomando el sol en cubierta.

A la luz de la luna.

En el cascarón.

Después de estos días por  «el paraíso», viaje a Hanoi para pasar la última semana.