Después de casi 3 meses por tierras de Indochina, llegamos a la capital de Vietnam, nuestra última etapa.
Aquí hemos estado 8 días para además de ver lo más interesante, poder disfrutar de su vida cotidiana, y lo que hemos observado es que la vitalidad que hay por sus calles es muy intensa.
Desde las 6 de la mañana hasta pasada la medianoche, el bullicio, los atascos, los bares, las tiendas, las aceras que sirven de parking de motos, la gente que se mueve, la actividad es constante.
La mayor actividad se centra en el llamado «Viejo Barrio», que va desde el lago Hoan Kiem, en el que se encuentra la Pagoda de Jade, con acceso a través de un puente rojo, a la plaza del mercado de Dong Xuan.
Puente de acceso a la «pagoda de jade»
Los monumentos que más destacan son:
El Templo de la Literatura, construido en 1070, esta dedicado a Confucio, y fue la primera universidad. Tiene 5 patios y varios edificios. Hay estelas con los nombres de los estudiantes que se graduaron.
Es costumbre que jóvenes al terminar la secundaria se hagan fotos en este lugar.
La Pagoda Tran Quoc, junto al Lago Oeste, pequeña, pero en la que destaca su torre con hornacinas.
En este lago vemos cómo se puede pescar un hermoso pez, utilizando la parte inferior de un ataúd como barca, una caña de bambú y un sedal con un anzuelo.
Cerca de la pagoda está Quan Thanh Temple, de culto taoísta y construido durante la dinastía Ly, siglos XI-XIII.
La pagoda Truc Bach, en una pequeña isleta y unida por un puente.
La Ciudadela de Hanoi, declarada Patrimonio de la Humanidad, fue la residencia de varias dinastías gobernantes.
Esta bastante deteriorada debido sobre todo a los daños producidos durante la guerra de Indochina.
Actualmente se siguen realizando excavaciones.
Como parte al culto del que es considerado el fundador del actual Vietnam, es casi obligada la visita al mausoleo de Ho Chi Minh, un impresionante edificio, en un entorno de máxima tranquilidad.
Dentro del recinto está prohibido hacer fotos, pararse y hablar. Allí vemos el cuerpo embalsamado de HCM.
Es normal que haya largas colas, ya que es muy visitado por los vietnamitas, desde veteranos de la guerra, con sus uniformes y medallas, hasta excursiones infantiles.
Dentro del complejo está el Palacio Presidencial.
Y la casa donde vivía, ya que por ser un hombre de vida austera, no quiso residir en el palacio.
Las fotos están hechas a través de una cristalera. Vemos el dormitorio, el comedor y el despacho. También vemos los coches que usó.
Aquí se encuentra también una pequeña pagoda, conocida como la del «pilar único».
Y al lado tenemos la Asamblea Nacional.
Pensamos que de los museos que hay en la ciudad, dos de ellos son bastante interesantes.
El museo de «La mujer vietnamita», en el que hace un repaso a las distintas facetas de su vida, desde el nacimiento, la familia, el trabajo y su participación en la guerra.
El otro museo que merece ser visitado es el «Etnológico».
En este museo se explica la vida de las 54 etnias que viven en el país, a través de fotografías y objetos. Los Viet, son el 86℅ de la población.
En el exterior nos encontramos con la reproducción de viviendas tradicionales de alguna de las etnias.
Como decíamos, a parte de lo anterior, una parte importante de la ciudad es la vida que hay en sus calles.
El encontrarnos con las vías del tren entre sus casas,
El tren llegando a la estación,
A una pareja de novios haciendo el reportaje de boda en la estación,
La partida del tren,
El tráfico de motos en el puente Long Bien,
Los parkings de motos, de pago, ocupando todas las aceras,
La comida callejera, ocupando también las aceras, y la calzada.
La vida nocturna,
Las vendedoras ambulantes,
El contraste en sus edificios entre lo antiguo y lo más moderno,
Un espectáculo que recomendamos, por su originalidad, es el de «Las marionetas en el agua», con músicos y cantantes en directo.
Tres meses por tres países de la península de Indochina nos han servido para conocer un poco de unas culturas, unas formas de vida muy distintas a las nuestras.
Se nos ha hecho corto, nos hubiera gustado haber podido hablar con ellos, que nos contaran como es su vida.
Desde fuera hemos visto que para un porcentaje alto es muy duro, pero nos ha llamado la atención la felicidad que muestran.
En ningún momento nos hemos sentido inseguros, y nos hemos metido por sitios «raros».
La barrera idiomática, nos ha impedido acercarnos más a sus vidas.
Solo nos queda volar hasta casa. Un primer vuelo nos llevará a Doha, con escala técnica en Bangkok, y un segundo a Madrid. Bilbao lo tendremos a tiro de Alsa.
Kaixo Bikote. Me sumo al aplauso y al agradecimiento porque nos habeis trasladado de maravilla vuestras vivencias y nos habeis permitido compartir con vosotros muchas experiencias de este viaje. Os esperamos con los brazos abiertos.
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UN APLAUSO MERECIDO Y UN AGRADECIMIENTO POR HABERNOS PERMITIDO «CONVIVIR» VUESTRA ODISEA.ESKERRIK ASKO ETA IKUSI ARTE,BESARKADA BAT.
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Que tengáis un buen viaje de regreso. Echaremos de menos vuestras aventuras.
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