Siguiendo nuestra ruta nos dirigimos hacia una parte más profunda de la Camboya rural
Esta vez el autobús es nuevo, de la guerra de Corea. El conductor es bastante hábil, y como parece que va bien de hora, decide parar a mitad del trayecto para comer. Así que todos a tierra
Para nosotros que tenemos todo regularizado, llama la atención cómo se viaja en este país en los transportes públicos:
Los paisajes que vemos siguen sorprendiéndonos, así como sus humildes viviendas.
Llegamos a Kampong Chhnang, capital de provincia, de unos 50.000 habitantes, con muy poco turismo.
Es un importante puerto fluvial situado en el río Tonle Sap, que comunica el lago del mismo nombre, con el río Mekong
El lago Tonle Sap tiene una superficie de unos 2.600 km/cuadrados en la estación seca, llegando a cerca de 25.000 en la estación de lluvias.
Remontando el río nos encontramos con poblados flotantes, habitados por pescadores.
El poblado se llama Phoum Kandal, sus habitantes son de origen vietnamita, y muchos de ellos sólo hablan su lengua materna.
Aunque nos pueda parecer pintoresco, observamos que las condiciones en las que viven son muy pobres.
Esta es la escuela del poblado:
La vida en el río es bastante activa.
Ya en tierra firme, pasamos por una zona dedicada al cultivo de pimientos, que una vez secados son triturados, siendo muy apreciados como condimento.
En nuestro recorrido pasamos por una pequeña colina llamada Phnom Santuk en la que en su cima se encuentra una dorada pagoda.
Así como monumentos funerarios.
Llegamos a la aldea de Ondong Rossey, en la que sus habitantes se dedican a trabajar con la arcilla que extraen de una montaña cercana.
El trabajo que realiza cada familia es diferente, fabricando ladrillos de una forma casi manual, y su cocción en hornos-chiminea.
A pesar de que trabajan un numero reducido de personas, la producción llega a ser elevada.
Otras familias se dedican a fabricar fogones, que son piezas de barro cocido y revestidas de una chapa.
Hemos visto que estos fogones, que funcionan con leña, son bastante utilizados, por ejemplo para hacer al vapor los bao, ricos bollos de origen chino, rellenos de carne especiada.
Estos fogones son llevados por todo el país, por vendedores que se trasladan con toda la familia, en viajes que duran alrededor de 20 días.
Otras mujeres, ya que la mayoría que hacen estos trabajos, lo son, hacen una cerámica más decorativa, como jarrones, huchas,o floreros.
Nos encontramos que algunas dan vueltas alrededor de la pieza en la que están trabajando, mientras otras tienen tornos de pie, o bien decoran la pieza con incisiones que realizan con una cuchilla.
No todas las familias tienen horno para cocer sus piezas, utilizando los de sus vecinos.
Siguiendo el camino, nos encontramos con imágenes que te hacen pensar, y te preguntas, es mejor donde nosotros vivimos?, somos más felices?
Regresando del colegio.
Y sin recuperarnos del todo nos encontramos a una persona subida a una palmera, ha trepado por una caña de bambú y desde allí salta a otras palmeras.
Esta sacando la savia de las hojas,para después ser hervida y covertida en un jarabe con un sabor que nos ha recordado a un caramelo de toffe.
En la foto es difícil verlo, pero puedo asegurar que está.
Aquí se está cociendo:
Y éste es el jarabe:
Los paisajes nos siguen sorprendiendo:
Y toda Camboya es un gran mercado:
Me encanta ese pais lleno de colorido y de vida¡¡¡
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Son pobres pero parecen felices, no ?
Y la temperatura, hace mucha calor?q tienen la monzón ?
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En principio se ve un pueblo bastante alegre, y los niños en general parecen felices.
Por el día la temperatura entre 30-32, y por la noche no baja de 28, además con mucha humedad.
Ahora es la estación seca, por lo que apenas llueve.
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