Llega a su fin la estancia en esta ciudad.
La ciudad que odiarás o amarás, pero que no te dejará indiferente.
La más grande de Vietnam, la más desarrollada económicamente, la de sus millones de motos y ya miles de coches que convierten su tráfico en algo caótico.
Nos encontramos como el desarrollo va cambiando la fisonomía de sus calles, pero a la vez los nuevos edificios conviven con preciosos edificios coloniales restaurados, con sus casas de 5 metros de anchura y con sus callejones estrechos.
S
Saigon no es sólo sus edificios, es su gente, su comida y mercados callejeros, es la vida en la calle desde que amanece hasta altas horas de la noche.
No puedo olvidar mi restaurante donde he desayunado todos los días.
Y como olvidar la calle Bui Bien, tranquila durante el día pero que se transforma al anochecer y se convierte en la calle más divertida del mundo.
Sobre todo las noches del sábado y domingo que se corta al tráfico y hay atascos de peatones.
Siempre hay algún motivo para volver, lo más pronto posible.
Bienvenidos a casa!!!
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Pinta bien
una ciuda curiosa y interesante
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