Pakse es una ciudad que no tiene mucho atractivo, pero está muy cerca de Wat Phou, que ya hemos visitado, de camino a las 4.000 islas , y cerca también de la meseta de Bolaven.

En la ciudad hay dos pagodas que destacan por su colorido y sus estupas.

Estas son Wat Luang

Y Wat Phabad

Visitamos su mercado principal, el primero que vemos en este país, muy similar a los que hemos visto en los otros países de la zona.

Nos llama la atención los vehículos utilizados como medio de transporte de personas y mercancías, y que se dirigen cargados a las aldeas de los alrededores.

Los taxis de esta ciudad también son originales. Moto con sidecar

No nos cansa el colorido de estos mercados.

Vemos cómo preparan de forma casera la famosa salsa de pescado fermentado, dicen que parecido al «garum» de los romanos, no apta para todos los estómagos, ni olfatos.

Y la ropa para los días de fiesta.

Dedicamos un día para desplazarnos a la meseta de Bolaven , distante unos 40 km de Pakse.

Esta meseta se encuentra en una altitud media de 1.000 metros, teniendo más lluvias y temperaturas más suaves.

El principal atractivo es que se pueden ver varias cascadas.

Vemos Tad Fane, que tiene dos colas, con una caída de unos 100 metros.

Se ve desde un mirador que se encuentra casi a su altura superior

Tad Yuang, cascada que puedes ver desde su parte superior, hasta el final de su cola, bajando eso sí, por una escalera de piedras mojadas.

Esta meseta es un importante productor de café. Dicen que su arábica está entre los mejores del mundo.

Visitamos una finca de cultivo ecológico, degustando una taza que nos prepara su propietaria.

En esta época, los granos están verdes y son de tamaño pequeño