Llegamos a esta paradisíaca isla, que se encuentra entre dos brazos del Mekong, y surcada por multitud de pequeños canales.

El viaje lo hacemos en un autobús antiguo , que para en todos los pueblos, hasta Vinh Long, para allí coger un transbordador que nos cruzará el río.

El alojamiento en la isla es en casas particulares, más o menos adaptadas a coger huéspedes

Tenemos que decir que en la que hemos estado ha sido fenomenal, hemos tenido una habitación cuádruple para los, con un buen desayuno y bicis para recorrer la isla, todo ello por 14€.

A parte, la cena, un soberbio pez oreja de elefante para cada uno, regado con unas cuantas cervezas todo ello por 18€.

Cena, pez oreja de elefante, servido como en un jamonero y limpio

Desayuno completo, con sus huevos fritos.

La isla es un auténtico vergel, lleno de campos de frutales, y la mejor manera de recorrerla es en bici.

Y pasar por sus puentes, o intentarlo.

La riqueza de la isla se nota en una importante cantidad de viviendas, alguna de ellas, auténticas mansiones.

Así como los centros de enseñanza, que hemos visto por todo el país

Y algo que nos ha llamado la atención, a lo largo del viaje, es ver tumbas en el campo, suponemos que son de la familia de los propietarios.